Cultura y Tradiciones: Descubre nuestras raíces.

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  Cita

  “No desprecies las tradiciones que nos llegan de antaño; ocurre a menudo que las viejas guardan en la memoria cosas que los sabios de otro tiempo necesitaban saber.”
  J.R.R. Tolkien

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  Participar de la cultura

  Las diferentes manifestaciones culturales o tradicionales constituyen un fenómeno que aglutina a diferentes personas que no siempre tienen que compartir las mismas ideas, pero coinciden en el respeto y mantenimiento de las costumbres que forman parte de la cultura donde han nacido y crecido. La defensa colectiva de estos valores crea una identidad propia que otorga al grupo y sus integrantes un reconocimiento especial.

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  Capturando la tradición

  Las diferentes tradiciones ofrecen unas buenas oportunidades para capturar imágenes preciosas. La cultura y el folklore en sus diferentes expresiones locales suelen ofrecer al fotógrafo una explosión de colorido y oportunidades para la fotografía creativa, resaltando el papel humano en interacción con diversos elementos. Aquí con un buen objetivo y nuestra mejor predisposición los resultados están garantizados.

La diversidad cultural

La Semana Santa

Una vez al año, normalmente entre los meses de marzo y abril, se celebra en la mayoría de los pueblos y ciudades de España la Semana Santa. Se trata de una de las conmemoraciones más importantes para los creyentes en la fe cristiana. En ella se representan las distintas etapas de la Pasión de Jesucristo desde su entrada a Jerusalén, su viacrucis y posterior muerte en la cruz y resurrección.
Multitud de personas, no tan solo creyentes, participan de forma activa en ella, portando los diferentes pasos o misterios o desfilando encapuchados, algunos de ellos en acción de penitencia.
El quinto día de la Semana Santa es quizá el más representativo e importante de la celebración y el que más profundamente conmemora la vida de Jesús de Nazaret, dado que fue el día del viacrucis, crucifixión y muerte de Jesucristo. Es el día donde se efectúan las principales procesiones. Posteriormente llegará el domingo o día de Pascua que celebra la resurrección de Jesucristo.
Las procesiones, aparte de su significado religioso, suponen también una tradición en la que participan grandes y pequeños de diferentes formas. Las bandas musicales van acompañando la procesión y envuelven las comitivas con los clásicos compases y sonidos de la Semana Santa. Los participantes visten sus atuendos y encapuchados según los colores y estética que cada cofradía tiene para ser reconocida.

Semana Santa en Tarragona

Fue en el siglo XVI, tras el Concilio de Trento, cuando las procesiones religiosas se institucionalizaron en muchas ciudades de Europa, y Tarragona no fue la excepción. En aquel entonces, los gremios y cofradías religiosas se encargaban de organizar actos devocionales para honrar la muerte y resurrección de Jesús. Estas procesiones, marcadas por la solemnidad y la devoción popular, recorrían las empedradas calles de la ciudad amurallada, creando un espectáculo impresionante y conmovedor que, con el tiempo, se convirtió en una tradición inquebrantable.
A lo largo de los siglos, la Semana Santa de Tarragona creció en relevancia, reflejando la identidad de la ciudad. La Procesión del Viernes Santo, que hoy en día es uno de los eventos más destacados, ha ganado un prestigio considerable en España, atrayendo no solo a devotos, sino también a visitantes que buscan presenciar la majestuosidad y la emoción de esta celebración. En esta procesión, los tambores y cornetas resuenan en la quietud de la noche, mientras decenas de pasos —imponentes representaciones de la Pasión, muerte y resurrección de Cristo— avanzan lentamente entre la multitud. Las figuras de Cristo crucificado y la Virgen Dolorosa desfilan con gran solemnidad, portadas por los hermanos cofrades, que caminan descalzos o vestidos con túnicas tradicionales.
Una de las cofradías más emblemáticas es la Cofradía de la Sangre (Confraria de la Puríssima Sang), fundada en 1545, una de las más antiguas de la ciudad y con una rica historia vinculada a la Semana Santa de Tarragona. Desde su creación, esta cofradía ha desempeñado un papel central en la organización de las procesiones y en la conservación de la espiritualidad que rodea estos actos religiosos. Su paso más icónico es el Cristo de la Sangre, una imagen que provoca una profunda devoción en los tarraconenses. A medida que los cofrades llevan la imagen por las calles, los espectadores sienten la intensidad de la fe que ha perdurado por generaciones.
El Viernes Santo es el clímax de la Semana Santa en Tarragona, y su procesión es una de las más antiguas y relevantes de España. Decenas de cofradías, cada una con su propio simbolismo y colores, se unen en un desfile que parece atravesar el tiempo. Las calles de la ciudad se convierten en un río de luz y silencio, roto solo por el sonido de las cadenas que arrastran algunos penitentes, en señal de sacrificio y humildad. El desfile avanza desde la majestuosa Plaza del Rey, recorriendo las históricas calles de la Parte Alta, donde los muros romanos parecen guardar la memoria de siglos de devoción.
Hoy, la Semana Santa en Tarragona no es solo un evento religioso, sino una expresión cultural y artística que sigue evolucionando, sin perder la esencia de sus orígenes. La Procesión del Viernes Santo se ha convertido en una de las más importantes de España, y con su solemnidad y espectacularidad, sigue emocionando a todos los que la presencian, conectando a la ciudad con su historia y con el misterio eterno de la fe.

Els Castells: Esfuezo, perseverancia, satisfacción

Se trata de torres humanas que se alzan varios pisos hasta culminar con la llegada del “enxaneta” o persona (normalmente siempre un niño/a que tiene menor peso) y que supone el techo del castell y que se ha completado si es capaz de alzar uno de los brazos antes de que la torre, si es el caso, se derrumbe.
A partir de lo que se denomina “pinya” que constituye la base y soporte del castillo formado por multitud de personas dispuestas para aguantar el peso, éste se va alzando, colocándose unos encima de los hombros de los otros y creando una especie de circulo en cada piso entrelazando sus brazos los diferentes integrantes e intentando establecer una base solida para el siguiente piso.
Actualmente diferentes collas o agrupaciones castelleras tienen ya entre sus logros el haber conseguido torres de 10 pisos (Castellers de Vilafranca).
Pese a que se trata de una tradición y suelen formar parte de otras actividades lúdicas, los castells suponen también un espíritu de lucha, fortaleza, resistencia y también sacrificio para los que los practican, dado que se precisa mucho esfuerzo y son habituales las caídas y daños físicos. Actualmente pero los más pequeños van protegidos con cascos especiales.
Los castells son originarios de Cataluña y constituyen el resultado de una evolución desde el denominado baile de valencianos, una muestra de folclore que finalizaba alzando una figura humana. Cuando este baile, originario del País Valencià, llegó a Cataluña en el siglo XVIII arraigó con fuerza en el Camp de Tarragona, el Penedès y el Garraf. Al darse cada vez más importancia y aliciente a la figura final con la que acababa el baile, se fueron generando recursos humanos para poder alzarla cada vez más alto para así también ganar a otros grupos de baile o superarse a uno mismo.
Fue en Valls donde esta competencia acabó dando autonomía propia a esta figura final hasta convertirla en lo que hoy conocemos como castells.
Hoy en día, los castells son conocidos internacionalmente y forman parte importante de las distintas fiestas y celebraciones que se efectúan en Cataluña. Están reconocidos por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (2.015).

Fiesta taurina en Peñiscola

La Festa de Braus, también conocida como Vaquillas, es una tradición que se celebra en varias localidades de Cataluña, especialmente en la provincia de Tarragona. Aunque es una fiesta que ha evolucionado a lo largo de los años, se basa en la participación activa de la gente local en el manejo de toros, vaquillas o reses.
La historia de la Festa de Braus se remonta a los siglos XVIII y XIX, cuando la fiesta taurina comenzó a desarrollarse en la región. Originalmente, las vaquillas eran utilizadas en la agricultura y en la industria ganadera, por lo que la fiesta tenía un carácter más práctico. Sin embargo, con el tiempo, la tradición se convirtió en un evento festivo y de entretenimiento.
En estas fiestas, los participantes suelen correr delante de los toros o vaquillas en las calles del pueblo, a menudo en un recorrido cerrado con vallas o en una plaza de toros. La gente se involucra de diversas maneras, desde correr frente a los animales hasta interactuar con ellos en la plaza. Los participantes deben ser cautelosos y estar alerta para evitar lesiones, ya que los toros y vaquillas pueden ser impredecibles y peligrosos.
A lo largo de los años, la Fiesta de Braus ha generado controversia debido a las preocupaciones sobre el bienestar de los animales y la seguridad de las personas. Algunas localidades han modificado o restringido estas celebraciones en respuesta a estas preocupaciones.
En resumen, la Festa de Braus o Vaquillas en Cataluña tiene sus raíces en la tradición ganadera, pero se ha convertido en una festividad que involucra a la comunidad local y atrae a visitantes. A lo largo del tiempo, ha evolucionado y generado debates sobre la seguridad y el bienestar animal, lo que ha llevado a cambios en la forma en que se lleva a cabo en algunas áreas.