Macro Fotografía: Capturar a los Pequeños Insectos

  • Araña saltarina. Muy común también en zonas urbanas. Destacan sus mútiples ojos.
  • Primer plano de una mosca soldado negra. Destacan sus poderosos ojos compuestos.
  • Ejemplar de una hormiga cosechadora.
  • Primer plano de la cara de una polilla.
  • Un ejemplar de escarabajo del olmo.
  • De la familia de los chinches, un ejemplar de Cimice delle piante.
  • Cita

    "En la minuciosidad de lo pequeño, incluso en su aparente monstruosidad, se encuentra una belleza singular que despierta la curiosidad y redefine nuestra percepción estética."

  • Insectos y formas monstruosas

    Los insectos, con sus formas exóticas y a menudo monstruosas, dan vida a un reino diminuto lleno de maravillas biológicas, recordándonos que incluso en lo grotesco puede encontrarse una fascinante belleza natural.

  • Fotografiar insectos

    Fotografiar un insecto de cerca permite descubrir un fascinante micromundo lleno de detalles sorprendentes. Cada delicada textura, patrón y color en sus diminutas alas o exoesqueleto revela una obra maestra de la naturaleza que, a menudo, pasa desapercibida. Capturar la esencia de estos pequeños seres no solo resalta su increíble biodiversidad, sino que también ofrece una oportunidad única para apreciar la asombrosa complejidad y belleza que se esconde en lo más pequeño de nuestro entorno.

Esos pequeños monstruos

Telmatoscopus albipunctata
Telmatoscopus albipunctata En la foto un ejemplar de Telmatoscopus albipunctata, familia de los mosquítos, que suele encontrarse en ambientes cálidos y humedos. Prolifera en desagües de baños o zonas con condiciones sanitarias precarias.

Denominamos “pequeños monstruos” a aquellos diminutos animales, normalmente insectos, que cuando los vemos en aumento y descubrimos su estructura nos parece descubrir un verdadero alienígena, aunque algunos de ellos cumplen un papel fundamental en los ecosistemas naturales.
Los insectos son el grupo de animales más diverso del planeta, con más de un millón de especies descritas hasta la fecha. Se encuentran en una amplia variedad de hábitats y desempeñan roles ecológicos cruciales para la vid natural como polinizadores, descomponedores y depredadore
A pesar de su importancia para el equilibrio ambiental, los insectos suelen ser rechazados y generar temor a muchas personas. El miedo a los insectos, conocido como entomofobia, es bastante común y puede tener diversas raíces. Algunas de las razones por las que muchas personas temen a los insectos puede deberse a que su apariencia es inusual, presentando formas que resultan desagradables como patas largas, antenas y mandíbulas que pueden parecer amenazadoras.
El miedo a las picaduras de insectos y la posibilidad de veneno son factores significativos. Las reacciones alérgicas a picaduras de insectos también pueden intensificar el miedo.
En algunas culturas, los insectos se asocian con la suciedad, la enfermedad o la maldad. Las representaciones negativas en la literatura, el cine o la cultura popular también pueden contribuir al miedo.
Finalmente, la transmisión de enfermedades ya que algunos insectos pueden ser vectores de enfermedades, lo que aumenta el temor a contraer enfermedades a través de picaduras o contacto con ellos.
Pero dentro de los insectos, hay algunas especies que, pese a su función natural, no dejan de tener una cierta leyenda negra con más o menos razón. Así los diferentes tipos de mosquito y, en general, aquellos que se alimentan de sangre de sus víctimas, están entre los más rechazados.
Actualmente, también convivimos con especies invasoras que suelen provocar cambios drásticos en los ecosistemas locales. Es el caso de la hormiga roja a la que se le supone cierta agresividad o de la avispa asiática.

El mundo de las hormigas

Las hormigas, generalmente, son aceptadas como unos insectos amigables, trabajadores y salvo que invadan nuestras casas suelen ser respetados por la mayoría de personas.
Sus colonias son a menudo descritas como superorganismos, ya que las hormigas individuales trabajan en conjunto como células en un organismo más grande. La cooperación es clave para el éxito de la colonia.
A pesar de su pequeño tamaño, las hormigas son conocidas por su fuerza relativa.
Pueden transportar objetos que pesan muchas veces su propio peso, gracias a la estructura de sus cuerpos y músculos.
Las hormigas se comunican principalmente a través de feromonas, sustancias químicas que secretan y perciben. Estas feromonas son utilizadas para marcar senderos, señalar peligros, y comunicar la presencia de alimentos, entre otras cosas.
Se estima que hay más de 12,000 especies de hormigas en todo el mundo, y se cree que solo una pequeña fracción de ellas ha sido descubierta y clasificada por los científicos.
Son extremadamente sociales y viven en colonias organizadas. Cada colonia generalmente tiene una reina (o varias reinas), obreras y, en algunas especies, soldados.
Las reinas de algunas especies de hormigas pueden vivir durante muchos años, incluso décadas. Su función principal es poner huevos y mantener la colonia.
Pueden tener diversas estrategias de defensa, que van desde morder y picar hasta la liberación de sustancias químicas irritantes o la formación de estructuras defensivas, como nidos de hojas.
No obstante, hay especies que pueden ser ciertamente agresivas si se las molesta o ven en peligro sus colonias por invasión de su territorio o falta de recursos. Es el caso de la hormiga roja.

La naturaleza también puede ser cruel

Un ataque sincronizado

Hormigas rojas atacando
Hormigas rojas atacando Perfectamente sincronizadas el ataque es contundente y trata de inmovilizar a la victima. Una de las atacantes trata de seccionar una de las antenas que resultan vitales para la comunicación.

Las hormigas rojas pueden atacar a otras especies de hormigas, incluso a aquellas que son más grandes en tamaño. Son bien conocidas por ser agresivas y territoriales, y a menudo defenderán su colonia contra invasores, incluidas otras hormigas.
Cuando las hormigas rojas encuentran hormigas de otra colonia invadiendo su territorio, pueden desencadenar ataques agresivos. Estos ataques suelen implicar mordeduras y picaduras, y las hormigas rojas pueden movilizar a un gran número de individuos para defender su colonia.
En las fotografías, tomadas en su entorno natural de campo, se observa un ataque perfectamente planificado de las hormigas rojas a una hormiga común. Dado que son más pequeñas, la estrategia bien planificada consiste en que cada pata de la hormiga atacada va ser inmovilizada por una hormiga roja. También las antenas son atacadas y se intentan seccionar ya que son órganos altamente especializados en funciones vitales de comunicación y orientación.

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